Una veintena de trabajadores de la empresa municipal de limpieza (LYMA) han sido expedientados por el Gobierno local por, presuntamente, emitir facturas falsas desde el año 2014, según ha confirmado la alcaldesa de la localidad, Sara Hernández.
Al parecer, estos trabajadores podrían haber incurrido en fraude al falsificar facturas para cobrar ayudas que la empresa municipal concede a sus empleados para la adquisición de gafas o lentillas.
“No podemos consentir que se den situaciones de supuesto fraude cuando muchas personas necesitan un empleo, sobre todo cuando se trata de empleo público que pagan todos los vecinos y vecinas”, ha indicado la regidora.
Sara Hernández ha confirmado que estos hechos han sido informados a los sindicatos y al resto de Grupos municipales que forman parte del Consejo de Administración de la empresa pública “quienes se han mostrado a favor de esta decisión”.
“Si se acredita que ha existido este supuesto fraude, el Gobierno municipal y la Dirección de LYMA actuarán con todo el peso de la ley como corresponde”, ha añadido la alcaldesa.
Trabajadores «rasos»
Tal y como ha confirmado el gerente de la empresa, Antonio de María, en declaraciones a Getafe Actualidad, entre los 22 expedientados no se encuentra ningún cargo de confianza de la empresas ni mandos intermedios.
La investigación surgió tras detectarse la emisión de una factura manipulada y ha originado una investigación interna en el seno de LYMA que conlleva la incoación de expedientes sancionadores con un plazo de alegaciones y entrevistas individualizadas con los afectados para tratar de esclarecer los hechos.
Así, en base al Convenio Colectivo por el que se rige la empresa, las sanciones pueden conllevar en caso de considerarse faltas graves la suspensión de 6 meses de empleo y sueldo e incluso la rescisión del contrato.
A pesar de ello, De María ha querido recalcar que se garantizarán durante el proceso los derechos de los trabajadores afectados.
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