El próximo 26 de mayo de 2019 se celebrarán elecciones municipales y autonómicas, y el panorama para el PP de Getafe no es en absoluto halagüeño. La situación de inestabilidad interna que vive la formación desde hace años se ha acrecentado en las últimas fechas y ha hecho finalmente que la poca estabilidad interna que existía haya saltado por los aires a raíz de los últimos acontecimientos.
En noviembre de 2017, esta división interna en el PP local quedaba de manifiesto con un proceso de primarias para la elección del nuevo presidente de la formación que estuvo rodeado de polémica y de sospechas. Finalmente, Rubén Maireles se impuso en aquella votación después de contar con el apoyo de, entre otros, la dimitida expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, o del senador y exalcalde de Getafe Juan Soler.
La votación entre los adeptos del actual PP y los partidarios de la corriente renovadora y arraigada en la localidad fue tan ajustada que, en estos meses, ha sido imposible acercar posturas, fundamentalmente por la falta de voluntad de quienes acabaron ganando las primarias. Lejos de buscar un consenso con el 45 por ciento de la militancia restante, la actual dirección del PP se ha dedicado a subrayar más aún si cabe las diferencias.
De esta forma, con la cita electoral en el horizonte, los movimientos para hacerse con el poder que garantice sillones en el Pleno de la Corporación ya han comenzado, siempre con un ojo puesto en las futuras decisiones judiciales que pudieran interferir en el proceso de composición de listas para los mencionados comicios.
Lucha interna
A día de hoy, Maireles da por segura su candidatura para encabezar la lista de los populares que concurra a las elecciones, y así lo está anunciando en encuentros con empresarios y representantes del tejido social de Getafe. Sin embargo, se ha topado con un ‘inesperado’ contratiempo en forma de posible adversaria: Mirene Presas. La concejala es una de las pocas personas del actual Grupo Municipal que no tiene sobre su cabeza la espada de Damocles del Caso Teatro lo que, unido a su amistad con Pablo Casado, le ha valido para ser designada recientemente en un puesto de suma responsabilidad dentro del nuevo Comité Ejecutivo del PP de Madrid.
Un premio a su fidelidad que puede tener continuidad con su candidatura a la Alcaldía de Getafe, a pesar de que en las quinielas sigue siendo Maireles el principal ‘favorito’ para ello. No obstante, el PP de Madrid no tiene claro del todo cuál ha de ser el nombre y la persona que dirija los designios de los populares getafenses hasta las urnas, y ha encargado una encuesta ciudadana para pulsar la opinión del pueblo de cara a tomar una decisión en este sentido. El perfil bajo del actual presidente del PP local no convence, como tampoco lo hace su escaso conocimiento en la ciudad. Por su parte, Mirene Presas cuenta con una dilatada vida laboral de varias décadas en el Ayuntamiento.
Sea como fuere, sobre ambos posibles candidatos sigue sobrevolando la alargada sombra de Juan Soler. Uno y otra tratan de desmarcarse de su influencia, para evitar así el posible lastre que pudiera suponerles por la polémica que rodea al exalcalde, si bien la ascendencia que éste tiene sobre ambos es más que evidente.
“El 45% del PP no se siente representado”
Si algo quedó claro el pasado mes de noviembre de 2017 tras la conclusión del proceso interno para la elección de nuevo presidente del PP local es que la división entre la militancia de la formación es palpable.
Las primarias culminaron, tras las injerencias y las sospechas, con un triunfo por la mínima del candidato impulsado por Juan Soler, lo que provocó que esa brecha se ensanchara más aún y que el descontento del 45% del PP local haya ido a más con el paso del tiempo.
“Nosotros no estamos en la pelea por un sillón, llevamos muchos años buscando la unidad del partido y un proyecto fuerte del centro derecha en Getafe”. Son palabras de Olga Camacho, exconcejala del PP en el Ayuntamiento de Getafe y una de las personas que ha tratado de devolver el partido a la militancia histórica previa al desembarco de Soler y su equipo por mandato de Esperanza Aguirre.
“Ambos, los que se pelean por el sillón ahora, representan la continuidad de Juan Soler”, continúa Camacho, para recordar que “ni como presidente local ni como secretaria general han sido capaces de integrar y unir al partido, por lo tanto no pueden ser unos buenos candidatos”.
La situación es tan frágil en el PP de Getafe que su futuro más allá de mayo de 2019 es una incógnita. “Si no son capaces de sumar a los suyos, muchos menos lo serán de sumar a la mayoría de vecinos en un proyecto común”, apostilla Olga Camacho.
La militancia popular se ha sentido ninguneada en los últimos años, y prueba de ello es la escasa o nula ilusión que los posibles candidatos están generando de puertas hacia dentro. Con esas premisas, parece complicado que el PP de Getafe sea decisivo para el Gobierno de la ciudad.