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Corrugados sufre un incidente radioactivo «sin riesgo» en sus instalaciones de Getafe

La factoría de Corrugados en Getafe vuelve a colocarse en el centro de todas las miradas después de que recientemente se haya producido un incidente con presencia de radioactividad en una partida concreta “sin que haya existido riesgo” para la población ni para los trabajadores de la fábrica, según ha confirmado a Getafe Actualidad el Ayuntamiento de la localidad.

La información llegó al Consistorio mediante la Plataforma de Afectados por Corrugados. El Ayuntamiento contactó con la empresa para recopilar más datos y, según ésta, el incidente se detectó “en una partida muy concreta e identificada de un laboratorio, cuya sustancia se detectó en pasos posteriores a la fundición”.

Tras comunicar con el Consejo de Seguridad Nuclear, este le confirmó “que no había riesgo y que podía mantener la actividad a ese respecto”, según detalla el Gobierno local.

“Una vez más, vecinos y Ayuntamiento reciben la información de terceros, y no de quien debe estar vigilando para que la actividad de Corrugados no sea nociva para la ciudad. La Comunidad de Madrid, única competente en esta materia, ya ha dejado pasar anteriormente incumplimientos en materia de olores, emisiones, ruidos o vertidos al saneamiento, última denuncia pública hace apenas unas semanas. ¿Qué más necesita la Comunidad de Madrid para tomarse en serio este problema?, ¿hasta cuándo va a continuar la indefensión de los vecinos de Getafe?, subraya el Consistorio.

Por su parte, desde la Plataforma señalan que este incidente es “muy grave” y explican que el mismo obligó a la empresa “a paralizar la actividad y a aplicar el protocolo de radiactividad, ejecutando un ERTE a los trabajadores y dando parte al Consejo de Seguridad Nuclear, organismo que valora el nivel de riesgo para los empleados, para el medioambiente y, por supuesto, para las familias”. 

Según la Plataforma, “Corrugados habría detectado la radiactividad en el polvo de los silos, tras el proceso de fundición. En concreto, el material radiactivo habría pasado por los arcos de seguridad sin que saltaran las alarmas, entrando al horno. Una empresa externa lo habría detectado en los silos de las escorias blancas, es decir, en parte de los desechos y es, en ese momento, cuando se da la voz de alarma”, apuntan.