Nassim Taleb (financiero, filósofo y estadístico), introdujo en ‘El Cisne Negro’ la noción de falacia narrativa: cómo las historias del pasado conforman nuestras opiniones sobre el presente y nuestras esperanzas en el futuro.
Taleb afirma que los humanos constantemente nos engañamos construyendo explicaciones endebles del pasado que creemos verdaderas.
La narrativa, el “storytelling”, tiene como principio básico y fundamental el construir historias que proporcionen una explicación coherente de las acciones e intenciones de las personas, de los partidos, de las instituciones, de los líderes, etc…
Las personas hallamos estas historias, estas narraciones, convincentes cuando son sencillas, simples, concretas. Esto es lo que genera confianza. Cuando estas historias se centran más en unos pocos hechos concretos que sucedieron más que en acontecimientos abstractos que nunca llegaron a suceder.
Daniel Kahneman en su libro ‘Pensar Rápido, Pensar Despacio’, dice textualmente: “las inconsistencias reducen la sencillez de nuestro pensamiento y la claridad de nuestros sentimientos”. De todo lo dicho anteriormente y entendiendo el funcionamiento neurofuncional de nuestro cerebro, podemos resumir que la mente humana no tolera fiascos.
También Kahneman habla de la regla WYSIATI, o cómo disponemos de una información limitada, construimos la mejor historia posible partiendo de la información disponible y, si la historia es buena, la creemos.
Este relato, guión cinematográfico, cuento, historia, narración o como queramos seguir denominándolo, hay que aderezarlo con algunos ingredientes, en función de que sea lo que queramos contar, de cuál queramos que sea nuestra historia (un drama, una comedia, de ciencia ficción, de terror, etc…). Cuando nos referimos a instituciones o a liderazgos, un condimento indispensable para generar confianza es la transparencia.
La transparencia es un valor indispensable tanto en términos de reputación institucional como en términos puramente egoístas de liderazgo o rentabilidad electoral. Genera confianza.
Al igual que la confianza es la base en la relación de toda pareja y cuando ésta se quiebra, la pareja nunca volverá a ser la misma; cuando los ciudadanos pierden la confianza en una institución o en un partido o en una persona, es muy difícil que esa confianza se restaure.
“No hay persuasión más eficaz que la transparencia de un solo corazón, de una vida sincera” (Joseph Barber)
Siempre se ha dicho que los errores se perdonan, pero las mentiras no.
I ONCE HAD A DREAM.