Opinión

Editorial: Indulto ya

Dos de los llamados “3 policías de Getafe” deberán ingresar en prisión en el plazo de un mes después de que los magistrados hayan rechazado la opción de eximirles de la pena de cárcel tras haber sido condenados por homicidio en noviembre de 2011.

Ismael y Antonio, junto a Óscar (absuelto por resolución del Tribunal Supremo), iniciaron entonces una intensa campaña para defender su inocencia. Tres agentes con una trayectoria intachable y condecorados por su labor en defensa de la seguridad y los derechos de los ciudadanos de Getafe se vieron de la noche a la mañana sentados en el banquillo de los acusados y estigmatizados por una intervención policial que acabó mal pero en la que únicamente pretendían ejercer su labor con el mayor celo posible.

Su entrega a los valores que representa el Cuerpo de la Policía Local de Getafe les ha llevado a una situación dramática, que amenaza no sólo con destrozar su futuro profesional, sino que además supondrá un auténtico drama para sus familias, mujeres e hijos, a quienes es difícil explicar por qué un agente en el ejercicio de su labor puede perder casi cuatro años de su vida por perseguir un delito.

En este largo y tedioso camino, los “3 policías de Getafe” han echado de menos un mayor apoyo institucional, una ayuda y una presión más intensa por parte de un Gobierno local que debería agotar todas las vías posibles para defender la honorabilidad de dos de sus agentes, de dos personas, dos padres de familia, que están a punto de sacrificar su futuro y el de sus familias por defender a un ciudadano que fue víctima de un hecho delictivo.

La única vía que les queda a ambos para evitar entrar en prisión es el indulto. En esta batalla no están solos, cuentan con el apoyo de sus compañeros, de los propios vecinos y vecinas de Getafe, pero necesitan más. Necesitan que el Gobierno local tome las riendas de la situación y se decida de una vez por todas a dar la cara por ellos, sin medias tintas.