El obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, está siendo investigado por el Vaticano por presuntos abusos sexuales a un menor ocurridos entre los años 1994 y 2000, etapa en la que ejercía como sacerdote y rector del seminario en la diócesis de Getafe.
La denuncia, que ha sido admitida a trámite por el tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en España, ha sido confirmada por varias fuentes eclesiásticas y publicada por el diario El País.
El Obispado de Cádiz y Ceuta ha reaccionado con una nota pública en la que califica de “muy graves y falsas” las acusaciones, y ha anunciado que Zornoza suspende temporalmente su agenda pastoral mientras se esclarecen los hechos.
Desde la diócesis se ha manifestado también una “plena confianza en la justicia” y la voluntad de colaborar en todo lo que sea requerido, al tiempo que se recuerda que “todas las personas tienen derecho a la presunción de inocencia”.
La apertura formal de la investigación por parte del Vaticano ha llevado a la Conferencia Episcopal Española (CEE) a pronunciarse. Su presidente, el arzobispo Luis Argüello, ha reconocido que la decisión del Vaticano “concede una verosimilitud a la acusación”, y ha expresado su “dolor” ante este tipo de situaciones.
“Queremos conocer la verdad. Pedimos a la diócesis implicada total colaboración con el proceso”, ha señalado Argüello en declaraciones desde Las Palmas de Gran Canaria. No obstante, ha aclarado que la posible suspensión o apartamiento de Zornoza “no corresponde a la CEE, sino a la Santa Sede”.
Según el citado medio, el denunciante sostiene que los abusos fueron continuados en el tiempo y tuvieron lugar durante la etapa en la que Zornoza ejercía responsabilidades formativas con seminaristas. La investigación canónica determinará si procede o no una sanción eclesial y, en su caso, trasladar el expediente a instancias civiles si así lo solicitara la justicia española.


