Cultura, Destacadas

José Luis Moreno: “La escritura es una manera de inventar la vida”

El escritor getafense José Luis Moreno Torres publica su cuarto libro, entre la filosofía y la poesía, entre la narrativa y los diarios. Su nuevo título, “Silenciando el camino”, se centra en la reflexión y la belleza cotidiana.
Actualmente gerente de la Fundación Democracia y Gobierno Local, coach y formador en Liderazgo Emocional, cuenta con una extensa carrera política y más de 20 años dedicado a la escritura. Ha sido director general de Infraestructuras de Educación en la Comunidad de Madrid y director de Cultura en el Ayuntamiento de Madrid.

Pregunta: Tus libros tienen un marcado tono poético y filosófico, experiencias cotidianas que se impregnan de los tonos, sabores y olores de cada día ¿Necesitamos la filosofía, la poesía?
Respuesta: Necesitamos vivir más el momento presente para ser conscientes de la belleza de todo lo que nos rodea. La filosofía es la mejor manera de no dejar de preguntarnos y respondernos para mantenernos activos y la poesía es la representación de la emoción, el sentir de esa belleza con palabras. Es la respuesta a la vida. Claro que necesitamos poesía y filosofía.

P: ¿Qué encontrarán tus lectores en este nuevo título?
R: Este libro es muy personal. Me encontrarán a mí, desde la humildad de mi pensamiento, de mi sentir y mi vivir. Cada día recojo lo que siento y pienso, mis reflexiones, mi caminar. Este volumen invita a pensar, al encuentro con uno mismo.

P: Vivimos en la tecnología, la productividad, la inmediatez que contrastan con tus textos que invitan a rescatar la serenidad, el silencio, la introspección…
R: Creo que vivimos envueltos en ruido. Yo mismo vivo una vida envuelta en las prisas, el ruido y cada día que pasa siento más la necesidad de parar, de hacer una pausa para el silencio, para la reflexión, para el encuentro conmigo. Encuentro el equilibrio en el ahora, en alejarme cada vez más del qué pasará mañana; cada vez disfruto más de lo sencillo que, en la mayoría de las ocasiones, no es más que una piedra donde sentarse en el camino, un libro y un cuaderno: respirar y sentir.

P: Profundamente unido a la naturaleza, el campo, Minaya ¿nos urge aprender a valorar de nuevo la naturaleza?
R: Mi cordón umbilical está unido a lo rural; soy amante del campo y, sobre todo, de los pueblos. Mi familia es de pueblo y yo me he criado corriendo por caminos y trigales. Ahora me siento un privilegiado por haber sido así. Sigo corriendo y caminando por los mismos caminos por los que lo hacía de niño con mis abuelos o con mis padres. Sentir la naturaleza en su esencia, sin más ruido que el que provoca el silencio mientras abraza esas tierras. Despertar oliendo a campo humedecido o escuchando ese baile que provocan los pájaros con la primera luz del día. Esa vida pausada. En el campo siento la poesía en su esencia más profunda.

P: Político y escritor ¿cómo se entrelazan estas dos profesiones o pasiones?
R: Jaja. Ni político ni escritor. Ni he sido un político al uso, ni me considero un escritor. He sido político activo con importantes responsabilidades que me han hecho aprender mucho, sobre todo de las personas, por ello y de todas ellas, de la época que mejor recuerdo guardo es de haber sido concejal de Getafe. Por otro lado, llevo escribiendo desde siempre, pero no he aprendido a escribir nunca, por lo tanto tampoco puedo sentirme escritor. Digamos que tomo notas de mi experiencia y así, mal que bien, van surgiendo mis páginas, mis versos.

P: Veinte años escribiendo con constancia, ¿de dónde nace esa necesidad?
R: La escritura es un desahogo vital. Es una manera de inventar la vida, de ir dejando en ese baúl tu caminar, tu ser, tus emociones o miserias. En mis sesiones de coaching aconsejo a los clientes escribir diariamente. Yo me recuerdo escribiendo cuentos, historias, desde muy pequeño, pero es cierto que diariamente lo hago desde hace algo más de veinte años. Lo necesito. No puedo pasar un día sin escribir aunque simplemente sea una frase, aunque sea una tontería. Me obligo cada mañana, nada más levantarme, a escribir un pensamiento. La escritura sirve de introspección. Es una forma de dar cuenta de los estados del alma.

P: Lector voraz y amante de la literatura en toda su magnitud, (poesía, artículos, crónicas, ensayos, diarios, cartas, divulgación). ¿Necesitan nuestros jóvenes un impulso que los lance al placer de la lectura?
R: Sí. El progreso, que es muy positivo en mucho, en lo importante está siendo negativo. Los jóvenes no leen. Tal vez la culpa sea de los programas de estudio actuales que obligan a lecturas que no son de su época. Creo que para generar una afición a la lectura primero hay que provocar con lecturas que a ellos les motiven; ya tendrán tiempo de leer a Pío Baroja o el Quijote.

P: Entre tus autores de cabecera, grandes como José Ángel Valente, Andrés Trapiello, Francisco Umbral, Valle Inclán, Thoreau… de los que siempre aprender y crecer. Nos gustaría compartir algún fragmento que te haya llegado al corazón últimamente.
R: Difícil. Hoy me quedaría con este de Thomas Merton que leí hace unos días en sus diarios: “Para que el lenguaje tenga algún significado, debe haber intervalos de silencio en algún momento, para separar palabra de palabra, y expresión de expresión. Quien se retira al silencio no necesariamente odia el lenguaje. Quizás sea el amor y el respeto por el lenguaje el que le impone silencio”.

P: Y para terminar un poema o una canción que nos recomiendes…
R: Un poema ‘Interperie’ de Eloy Sánchez Rosillo y una canción, ‘Entre dos mares’ de Fito & Fitipaldis.