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El piloto getafense Julián Mazuecos cuestiona el comportamiento impredecible del coche tras su remontada en Navarra

El piloto local Julián Mazuecos vivió un fin de semana de extremos en la GTI Trophy celebrada en el circuito de Navarra. Tras un abandono forzado en la primera manga por un fallo técnico, logró remontar en la segunda carrera hasta subir al podio, firmando una tercera posición que lo mantiene segundo en la clasificación general del campeonato.

El sábado arrancó con problemas desde la parrilla. Un leve toque en carrera provocó una fuga de líquido refrigerante, obligándolo a abandonar para evitar daños mayores. “Fue un lance leve, pero se rompió un tubo. No quise arriesgar el motor”, explicó Mazuecos.

El domingo, sin embargo, firmó una de las remontadas más destacadas del fin de semana. A pesar de arrastrar problemas de aceleración desde la prueba anterior en Valencia, una modificación en el coche le permitió mejorar su tiempo en carrera y rodar al ritmo de los líderes. “Fui todo el rato a ritmo de ‘pole’. Llegué hasta el líder, pero el sobrecalentamiento de los neumáticos me dejó sin opciones de atacar”, resumió.

Mazuecos volvió a criticar el comportamiento inestable del vehículo: “El coche es muy delicado, cambia de curva a curva. No sabemos cómo van a reaccionar los neumáticos. Es una incógnita constante”.

La primera carrera, con solo cuatro coches en meta, evidenció los desafíos técnicos de la copa. Aun así, el piloto getafense defendió el formato monomarca: “Es lo más justo. Para el aficionado es claro quién lidera y quién va detrás”.

Con la mirada puesta en las dos últimas citas del campeonato —Jarama en octubre y Motorland en noviembre—, Mazuecos reconoce que el desenlace está abierto: “El Jarama es una lotería. Y en Motorland dependerá de cómo se comporte el coche. Para ganar, siempre se sufre”.