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La crisis interna de Ahora Getafe lleva a Vanessa Lillo a poner su cargo de portavoz a disposición del Grupo

Vanessa Lillo

Casi desde su concepción, los problemas internos de Ahora Getafe han sido evidentes. La candidatura de unidad popular vivió un proceso de configuración polémico y ha sido víctima de las diferencias de criterio de sus representantes, procedentes de Izquierda Unida, Podemos y el POSI.

En este casi año y medio de legislatura, la formación que permite gobernar a Sara Hernández en Getafe se ha visto envuelta en un sinfín de disputas y de confrontaciones, con denuncias de pucherazo en el nombramiento de cargos de confianza, ruptura de la disciplina de voto, rumores de dimisiones en el seno del Grupo Municipal, visitas al juzgado por denuncias de manipulación en los procesos internos, polémicas por la petición de aumento de ediles liberados, y un largo etcétera.

Las batallas internas tuvieron su punto más álgido el pasado año por estas fechas, cuando Ahora Getafe votó en contra de las Ordenanzas fiscales del PSOE, lo que generó una dura reacción de dos de sus ediles, pertenecientes al POSI, y evidenció el principio del fin de la armonía en la formación.

La última puntilla en esta sucesión de estoques la ha protagonizado su líder, Vanessa Lillo, quien el pasado viernes ponía su cargo de portavoz a disposición del grupo de concejales ante la “falta de legitimidad” para ejercer esta función.

Lillo, que se impuso en el proceso para liderar Ahora Getafe tras su salida de Izquierda Unida, no ha dudado a la hora de sacar a la luz la “desconfianza” existente en el seno del Grupo y que, según ha argumentado, está lastrando el día a día de la candidatura de unidad popular.

La salida de Lillo de la portavocía no implica su salida de la Corporación, aunque tensa la cuerda en un momento clave para el Ayuntamiento de Getafe en el que se deben aprobar ordenanzas y presupuestos.