Los actos vandálicos contra el monumento en memoria de Sandra Palo, la vecina de Getafe brutalmente torturada y asesinada en 2003, siguen sucediéndose apenas tres semanas después de su inauguración en el parque Castilla La Mancha.
Primero, el monolito fue rociado con pintura solo dos días después de haber sido inaugurado, lo que obligó a los trabajadores de LYMA a emplearse a fondo para recuperar el aspecto original.
Ahora, y solo tres semanas después del primer acto vandálico, han sido sustraídas las placas que servían de homenaje póstumo a Sandra Palo cuando se cumplen 15 años de su execrable asesinato.
La alcaldesa de la ciudad, Sara Hernández, mostró a través de sus perfiles en redes sociales su indignación ante “tanta maldad y bajeza moral” y subrayó que “desde el Ayuntamiento volveremos a reponerlas cuantas veces haga falta”.