Opinión

EDITORIAL: Cuestión de cuestionar

Si quiero seguir con la practica más popular en nuestros días, en estos momentos, lo primero que tendría que hacer es cuestionarme porque estoy escribiendo este editorial. No lo voy hacer, voy a dedicar unas palabras a la cuestión de cuestionar.

Cuestionar es lo más fácil. PODEMOS hacerlo AHORA y siempre, pero cuando es cuestión de asumir responsabilidades, es mucho más difícil.

Cuando se toman decisiones, aunque sean para quitar a otros de en medio y ponerme yo, se toman con todas las consecuencias. Y si al día siguiente me cuestiono por qué lo he hecho, también lo asumo con todas las consecuencias.

No es de recibo que un municipio se mantenga rehén de nadie y mucho menos si ese nadie cobra de los presupuestos municipales, o sea, de todos los vecinos de Getafe.

Todos sabemos que la mayor parte de un presupuesto municipal son los gastos de personal y funcionamiento del propio Ayuntamiento, en los que la discrecionalidad es limitada, no digo que no exista, pero está bastante condicionada por la gestión ordinaria. Por cierto, se prorroga automáticamente año tras año, aunque no haya presupuestos; igual que sus sueldos, con lo que, cuestionar es fácil. Cuestiono y sigo cobrando.

Otra cosa, son las inversiones. Éstas no se prorrogan automáticamente.

También, como no, son cuestionables; seguro que si nos dieran a elegir a cada uno de nosotros, haríamos inversiones distintas en función de nuestros gustos, hobbies, creencias, etc…Pero normalmente una inversión siempre suele ser beneficiosa para el municipio.

En este punto, todos los grupos políticos deberían dejar de cuestionarse tanto y poner todo el esfuerzo necesario para llegar a un gran acuerdo, a un gran PLAN LOCAL DE INVERSIONES, que tenga el acuerdo mayoritario de los partidos políticos con representación en el municipio.

Este esfuerzo, SI SE PUEDE, debe ser mayor en aquellos que asumieron la responsabilidad de alzar a la Alcaldía a la actual alcaldesa de Getafe, pero también debe ser exigible al resto de grupos políticos.

Se puede, porque en otras materias que tienen que ver más con las necesidades sociales y naturales de los representantes que con las necesidades de la sociedad getafense en su conjunto, es decir, de los representados, se han producido esos consensos básicos y vitales, entendidos de forma endogámica, claro.

¿Cuestionar? Cuestión de responsabilidad.