La EMSV de Getafe ha confirmado a los futuros propietarios de viviendas públicas en El Rosón la existencia de suelo contaminado en la polémica parcela 1.4, lo que supone la paralización indefinida de las obras.
En un correo remitido a los adjudicatarios, la EMSV confirma que los resultados de los análisis realizados por la empresa holandesa encargada de valorar la posible contaminación del suelo han sido positivos. “Una vez analizadas las muestras de terrenos por laboratorio cualificado se ha procedido por parte de la empresa contratada por EMSV del estudio de calidad del suelo en la citada parcela, señalando el mismo que, efectivamente, hay una contaminación en las tierras al superarse los límites establecidos en la normativa vigente, de una parte de la parcela, concluyendo que dicha contaminación es de carácter moderado”, recoge el comunicado.
Así, más de un mes después de que saltara la noticia de una nueva paralización de las obras, la EMSV ha confirmado la existencia de contaminación, y deja ahora en manos de la Comunidad de Madrid el siguiente paso, lo que vuelve a llenar de incertidumbres a los futuros vecinos.
Así, la EMSV señala que “se está trabajando en el preceptivo informe de análisis de riesgos que señalará las actuaciones a acometer para la retirada de los terrenos y que se espera tener la próxima semana, actuaciones que deberán contar con el visto bueno de los técnicos de la Comunidad de Madrid”.
Anomalías
La confirmación de la presencia de suelo contaminado viene a poner de manifiesto, por tanto, las graves anomalías cometidas en esta parcela en concreto, toda vez que la Junta de Compensación de El Rosón aseguraba recientemente que existían informes en 2008 que ya recogían esta situación y que no fueron incorporados al proyecto ni al pliego, lo que ha derivado en la paralización actual.
De hecho, queda constancia de actuaciones posteriores a esa fecha relativa a la descontaminación de parcelas ubicadas en el antiguo polígono industrial El Rosón, lo que acrecienta la sensación de incompetencia por parte de los responsables de este proyecto, que nació bajo la batuta de Juan Soler y que el actual Ejecutivo de Sara Hernández no está siendo capaz de sacar adelante.
En este sentido, los futuros vecinos exigen conocer si el tratamiento que se realizó en 2010 sobre dos parcelas en las que se preveía la construcción de viviendas y en las que se detectó la presencia de tetracloroetileno se refiere a estos terrenos actuales que gestiona la EMSV, lo que de ser así supondría un escándalo mayúsculo.
De este modo, ahora cualquier posible solución tiene que tener en cuenta lo establecido en la Ley de Contratos del Sector Público, según la cual solo podrán modificarse los contratos cuando esté recogido en el pliego de condiciones -cosa que no sucede en este caso- o cuando sea necesaria una modificación no prevista y una administración diligente no lo haya podido prever. Tampoco es este el caso, ya que supuestamente existía un informe sobre dicha parcela no tenido en cuenta ni en el proyecto ni en el pliego.
Sea como fuere, el proyecto queda paralizado de forma indefinida, toda vez que ahora toca adjudicar a una empresa especializada la descontaminación y, una vez realizada, será la Comunidad de Madrid la que deba acreditar que los terrenos están limpios. Solo entonces se podrán retomar los trabajos, lo que puede suponer una demora de meses.